martes, 16 de junio de 2015

Teorías del Aprendizaje Conductismo

Conductismo: El conductismo es una de las teorías del aprendizaje que se ha mantenido durante más años y de mayor tradición. Aunque no encaja totalmente en los nuevos paradigmas educativos por concebir el aprendizaje como algo mecánico, deshumano y reduccionista, la realidad es que muchos programas actuales se basan en las propuestas conductistas como la descomposición de la información en unidades, el diseño de actividades que requieren una respuesta y la planificación del refuerzo.

Características diferenciales de la teoría El conductismo (behaviorism) es una corriente de la psicología inaugurada por John B. Watson (1878-1958) que defiende el empleo de procedimientos estrictamente experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta) y niega toda posibilidad de utilizar los métodos subjetivos como la introspección. Su fundamento teórico está basado en que a un estímulo le sigue una respuesta, siendo ésta el resultado de la interacción entre el organismo que recibe el estímulo y el medio ambiente. La observación externa es la única posible para la constitución de una psicología científica. Watson no negaba la existencia de los fenómenos psíquicos internos, pero insistía en que tales experiencias no podían ser objeto de estudio científico porque no eran observables. Este enfoque estaba muy influido por las investigaciones pioneras del fisiólogo ruso Iván Pávlov sobre el condicionamiento animal, considerando que los actos de la vida no eran más que reflejos. A partir de sus observaciones con animales, diseñó el esquema del condicionamiento clásico. Edward Lee Thorndike es el precursor de la psicología conductista estadounidense. Su trabajo sobre la conducta de los animales le condujo a la teoría del conexionismo . Según Thorndike, el aprendizaje se componía de una serie de conexiones entre un estímulo y una respuesta, que se fortalecían cada vez que generaban un estado de cosas satisfactorio para el organismo (ley del efecto). Esta teoría suministró las bases sobre las que luego Skinner construyó todo su edificio acerca del condicionamiento operante. Aunque actualmente el conductismo no se limita al estudio de fenómenos observables sino que también incluye sucesos interno, se mantiene el criterio de relacionar los postulados teóricos con la conducta manifiesta mediante un enfoque experimental. Podemos decir que el verdadero despegue de la terapia del comportamiento se produce después de la Segunda Guerra Mundial, desarrollándose lo que se conoce como "neo conductismo".
Estas nuevas orientaciones conductistas difieren en cierto grado de sus antecesores pero, al mismo tiempo, toman muchos elementos de teóricos del aprendizaje anteriores como Pavlov y Thorndike.  A partir de la década de los 30, se desarrolló en Estados Unidos el "condicionamiento operante", como resultado de los trabajos realizados por B. F. Skinner y colaboradores. El enfoque de este psicólogo es semejante al de Watson, según el cual la psicología debe ser el estudio del comportamiento observable de los individuos en interacción con el medio que les rodea. Skinner, sin embargo, difería de Watson en que los fenómenos internos, como los sentimientos, debían excluirse del estudio, sosteniendo que debían estudiarse por los métodos científicos habituales y dando más importancia a los experimentos controlados tanto con animales como con seres humanos. Sus investigaciones con animales, centradas en el tipo de aprendizaje (condicionamiento operante o instrumental) que ocurre como consecuencia de un estímulo provocado por la conducta del individuo, probaron que los comportamientos más complejos como el lenguaje o la resolución de problemas, podían estudiarse científicamente a partir de su relación con las consecuencias que tiene para el sujeto. De manera asociada a estas directrices, Skinner y sus seguidores aportan toda una tecnología pedagógica que tendrá diferente repercusión durante los años siguientes: las máquinas de enseñar, la enseñanza programada, la instrucción individualizada o los objetivos operativos constituyen ejemplos de este legado.



A partir de los años sesenta, se desarrolla el "aprendizaje imitativo" u observacional que estudia bajo qué condiciones se adquieren, o desaparecen, comportamientos mediante el proceso de imitación. En esta línea, Bandura describe un modelo de aprendizaje con una base "mediacional" (aprendizaje social) donde la combinación de factores del entorno (sociales) y psicológicos influyen en la conducta. Esta orientación mediacional adquiere gran relevancia en el desarrollo de corrientes cognitivas ya que, a partir de los sesenta, varios autores comienzan a trabajar aplicando la metodología conductista a los procesos psicológicos subjetivos. La influencia de estos postulados en la intervención educativa supone un avance importante en el tratamiento individual de las dificultades de aprendizaje, apoyando ideas de tanta trascendencia como la importancia de la imitación, directas o indirectas, de modelos en el aprendizaje, del autocontrol, la autorregulación y la autoevaluación del propio comportamiento o el interés de identificar y analizar las exigencias conductuales y cognitivas de cada tarea de aprendizaje con la finalidad de estructurar la enseñanza en etapas de dificultad creciente. En la actualidad, el enfoque conductista es mucho más amplio y flexible que en tiempos de Watson. Los conductistas modernos todavía investigan estímulos, respuestas observables y aprendizaje, pero también aluden al funcionamiento psicológico consistente en la interacción que se produce, de manera continua, entre la conducta personal del alumno y el determinismo del medio ambiente.

 Objetivos educativos

Taxonomía de Dominios del Aprendizaje
La Taxonomía de objetivos de la educación de Bloom se basa en la idea de que las operaciones mentales pueden clasificarse en seis niveles de complejidad creciente. El desempeño en cada cada nivel depende del dominio del alumno en el nivel o los niveles precedentes. Por ejemplo, la capacidad de evaluar – el nivel más alto de la taxonomía cognitiva – se basa en el supuesto de que el estudiante, para ser capaz de evaluar, tiene que disponer de la información necesaria, comprender esa información, ser capaz de aplicarla, de analizarla, de sintetizarla y, finalmente, de evaluarla. La taxonomía de Bloom no es un mero esquema de clasificación, sino un intento de ordenar jerárquicamente los procesos cognitivos. Bloom orientó un gran número de sus investigaciones al estudio de los objetivos educativos, para proponer la idea de que cualquier tarea favorece en mayor o menor medida uno de los tres dominios psicológicos principales: cognoscitiva, cognoscitivo y Afectividad / afectivo, o psicomotor. El dominio cognoscitivo se ocupa de nuestra capacidad de procesar y de utilizar la información de una manera significativa. El dominio afectivo se refiere a las actitudes y a las sensaciones que resulta el proceso de aprendizaje. El dominio psicomotor implica habilidades motoras o físicas. Bloom, junto a su grupo de investigación de la Universidad de Chicago, desarrolló una Taxonomía Jerárquica de Capacidades Cognitivas que eran consideradas necesarias para el aprendizaje y que resultaban útiles para la medida y evaluación de las capacidades del individuo. 

·         Conductismo radical:
Su taxonomía fue diseñada para ayudar a profesores y a diseñadores educacionales a clasificar objetivos y metas educacionales. Su teoría estaba basada en en la idea que no todos los objetivos educativos son igualmente deseables. Por ejemplo, la memorización de hechos, si bien una cualidad importante, no es comparable a la capacidad de analizar o de evaluar contenidos. La taxonomía de Bloom la clasificación de los objetivos educativos más usada y conocida en entornos educativos. Bloom definía tres ámbitos en los que deben ubicarse los objetivos de la enseñanza: Ámbito Cognitivo: Conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis, evaluación. Ámbito Afectivo: Recibir (atender), responder, valorar, organización, Caracterización según valores. Ámbito Psicomotor, que es el ámbito menos desarrollado en las investigaciones de Bloom. Los presupuestos teóricos de Bloom partían de las bases teóricas del Conductismo y del Cognitivismo.

·         Rol del estudiante:
El conductismo considera al estudiante como una tabula rasa que no aporta nada al proceso, y que depende para aprender de los estímulos que reciba del exterior. Tiene por lo tanto un papel pasivo, espera que el profesor le de la información y le indique las tareas que debe realizar. No se tienen en cuenta las diferencias individuales de los estudiantes. Se ve al alumno como un sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser arreglados o rearreglados desde el exterior (la situación instruccional, los métodos, los contenidos, etc.), basta con programar adecuadamente los insumos educativos para que se logre el aprendizaje de conductas académicas deseables. El aprendizaje únicamente ocurre cuando se observa un cambio en el comportamiento. Si no hay cambio observable no hay aprendizaje.

·         Interacción entre estudiantes:
La finalidad del conductismo es condicionar a los alumnos para que por medio de la educación supriman conductas no deseadas, así alienta en el sistema escolar el uso de procedimientos destinados a manipular las conductas, como la competencia entre alumnos. Por lo tanto, el conductismo no tiene en cuenta la interacción del individuo con otros o con otro grupo, pues ésta es irrelevante en el aprendizaje.
·         Rol docente:
El enfoque conductista está basado en un modelo de comunicación vertical que sitúa al docente por encima del alumno asumiendo la figura o el rol de emisor activo de las situaciones y los contenidos y al alumno lo representa como un ‘ser pasivo’, que recibe la información. El papel del docente consiste en modificar las conductas de sus alumnos en el sentido deseado, proporcionándoles los estímulos adecuados en el momento oportuno. Es célebre la frase de J.B.Watson, que el mismo admitió como exageración, en la que sostiene que : “Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger (médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón) prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”.
En el proceso de enseñanza aprendizaje, el docente: -Es el proveedor del conocimiento, -Es la figura central del proceso. Imparte la educación. Centraliza la autoridad y las decisiones.

·         Relación entre docentes y alumnos:
En este trabajo se aprecia que la función primaria y fundamental de la educación y de la escuela es la de socializadora, antes que de formadora académica o en otros campos. Se entiende entonces que el educador debe ser multiplicador de valores y actitudes de convivencia, hacer uso del afecto y la comunicación efectiva como herramientas pedagógicas e incluir en el proceso de enseñanza-aprendizaje la solución pacífica de conflictos. Cuando se hace presente la amenaza futurista de que las escuelas y los profesores están condenados a desaparecer y serán reemplazados por las computadoras y la educación virtual, hay elementos valiosos que obligan a desechar esta afirmación: el papel de la educación como humanizadora, socializadora y culturizadora y del docente como el agente social que puede hacer posibles estos elementos sin los cuales no sería posible el avance de la sociedad y el desarrollo humano. Es así que a las tareas académicas e investigativas que son importantes para el profesional de la educación, se suma la de comprender la acción educativa como una alternativa de desarrollo social, cultural y humano y hacerlo realidad con su intervención. Parecería obvio manifestar que estos elementos sean parte de la educación, pues se da por hecho que estén inmersos en ella; sin embargo, el ritmo vertiginoso al que avanza el mundo en la actualidad y los fenómenos que inevitablemente se han venido desarrollando: la globalización y el acelerado avance tecnológico entre otros, están haciendo que el los individuos en general transformen a la vez sus maneras de interactuar, sus valores, sus intereses; se ha hecho evidente el desarraigo cultural y la pérdida de la identidad. La relación Alumnos / Docente no la hay como tal, además el aprendizaje de los alumnos depende en gran medida del comportamiento del profesor (guía del aprendizaje) y de la metodología que él utiliza frente a la pasividad del alumno. El primero se erige como fuente única de la información en un proceso de transmisión de conocimiento unidireccional.

·         Criterios e instrumentos de evaluación:
Cuando se evalúa en el marco del enfoque conductista se parte del supuesto de que todos los alumnos son iguales, por lo tanto, todos reciben la misma información.Se evalúan generalmente de la misma manera, con los mismos instrumentos y pautas establecidas para calificarlos. La evaluación se centra en el producto, es decir, en las ejecuciones mecánicas de las acciones repetitivas sin dar cabida a la reflexión sobre la conducta ejecutada, las cuales deben ser medibles y cuantificables y el criterio de comparación a utilizar para su valoración son los objetivos establecidos. La evaluación tiene como propósito recoger los resultados finales del proceso y valorar la eficacia del mismo en función de los porcentajes de obtención de los objetivos prefijados. La evaluación centrada en el logro de los objetivos ha hecho del examen (oral o escrito) la herramienta por excelencia para medir la cuantía de aprendizajes (conocimientos) que el alumno demostrará como evidencia de su rendimiento o capacitación.

·         Incorporación de las TIC en el aula
Las primeras utilizaciones educativas de los ordenadores se basan en la enseñanza programada de Skinner, consistiendo en la "presentación secuencial de preguntas y en la sanción correspondiente de las respuestas de los alumnos" (Martí, 1992, 66).Los primeros programas se basaban en texto o en objetos mecánicos llamados máquinas de enseñar y consistían en la presentación secuencial de preguntas y en el refuerzo positivo o negativo dependiendo de la respuesta de los alumnos. A este uso del ordenador se le denominará EAO (Educación Asistida por Ordenador o CAIen inglés, Computer Assisted Instruction). A este uso del ordenador, centrado en programas de ejercitación y práctica muy precisos basados en la repetición, se le denominará EAO (Educación Asistida por Ordenador o CAI en inglés, Computer Assisted Instruction). Para lograr su objetivo, un programa instructivo exige que los objetivos generales de la instrucción sean definidos de tal modo que su logro pueda ser medido. Ejemplo de aplicación de la enseñanza programada: 1.El estudiante debe leer una o dos frases y realizar un ejercicio simple en forma pregunta - respuesta, rellenando espacio blanco o eligiendo en un conjunto de respuestas alternativas.2. Recibe feedback inmediato y contrasta sus respuestas con la correcta.3. Es aconsejable organizar las preguntas según su nivel de dificultad de tal manera que las respuestas de los alumnos sean siempre correctas y el refuerzo positivo.4. Es imprescindible aplicar refuerzos secundarios como premios, comentarios, notas favorables etc.


Bibliografía



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